Reseña “Mi Perfecto Sapo Azul” de Silvia García Ruíz.

Estoy Leyendo Mi Perfecto Sapo Azul de Silvia García Ruíz

Que preciosidad de libro, que historia tan divertida, apasionada y romántica…
«¡No es justo que me rechaces por una estúpida lista, y no es justo que tenga que pasarme el resto de mi vida intentando olvidarte cuando sé que no lo voy a conseguir jamás!»- Alan Taylor.


En esta novela es él, el romántico, el que cree ciegamente en el amor que la procesa y es ella la cínica, que basándose en un supuesto príncipe azul, no ve que a escasos centímetros de su piel, se haya el hombre que la hace estremecerse, el responsable de su piel de gallina, Alan Taylor. Es su prefecto sapo azul y no su príncipe. Hay que reconocer que los cuentos de Disney son preciosos pero han hecho mucho daño, tanta realeza…

«Porque tú me gustas con tus defectos y virtudes, sin ellos no serías tú. Pero tú…, tú buscas una perfección que no existe.»- Alan Taylor.

El romanticismo no tiene sangre azul, tiene sangre roja, rojo pasión, como debe ser. El romanticismo es el que se vive, el que sientes, no el que sueñas y veneras. El romanticismo es un acto de fe ciega, en el amor que sientes por tu pareja. Es arrojarse al vacío de la incertidumbre, esperando que la mano de tu amado, te agarrará el brazo, para mostrarte que el esta ahí, contigo, y no te dejara caer, o al menos no caerás sola, porque siempre estará contigo, a tu lado.

«Alan había decidido concederme lo que tantas veces le había rogado: la libertad de elegir.»- Elisabeth Lowell.

Eso es algo que ella nunca llego a valorar, no necesitaba que nadie suscitara esos sentimientos en ella, porque para eso ya tenía a su vecino, Alan Taylor. Que le daba todo lo que se necesita, para estar vivo. Él le daba la pasión, cariño, ternura. Sí, no se me olvida, que era él, el que la hacía toda clase de gamberradas y el que sacaba lo peor de ella, la provocaba en toda clase de aspectos, que no se pueden controlar.

«¡Dime que no se te acelera el corazón cuando estás entre mis brazos, dime que no te falta el aire teniéndome tan cerca!»- Alan Taylor.

La cuestión era que él siempre estaba allí, para lo bueno y para lo malo, y aunque no se vieran en tiempo, ella sabía que siempre estaría allí, y ella también sabia como hacerle a el reaccionar, porque conocía que ambos tenían la misma debilidad: el uno, era la debilidad del otro.

«¡Pero no me pidas que renuncie a ti porque eso no puedo hacerlo!»- Alan Taylor.

Hay veces que no sabes apreciar algo hasta que no lo pierdes, pero eso es algo que nos pasa en general, a la raza humana, de eso no se libra nadie, es una lección que tienes que sufrir en tus propias carnes para aprenderla, no sirve de nada que te la cuenten.

«No podía convertirme en Doña Perfecta si eso significaba no ver a Alan nunca más.»- Elisabeth Lowell.

Lista de 'Mi Perfecto Sapo Azul' de Silvia García Ruíz

Mónica Airado

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