«Di que Sí» de Olga Salar
Caliente, explícita y ligera.
Es una historia tremendamente ATERCIOPELADA, donde todo es AMOR, complacencia, comprensión…
En realidad es tan perfecta, que ni cuando estalla la bomba lo hace con contundencia, se queda en un suspiro.
Es como cuando a alguien se le cae algo pesado en el pie y se contiene. Tú estas esperando que se desahogue, cuando consiga recuperar la respiración y escuchas un «Jopelines».
Esa es la sensación que he tenido cuando he leído el final de la novela.
La chispa, el toque erótico y pícaro de la historia, lo pone Efrén. Una estrella de la música, que se fija en Elba, la protagonista, por su falta de interés en él. Al igual que al gato, lo mató la curiosidad. Pero mientras disfrutó de sus devaneos, arrastrándola. a Elba, hasta su terreno, la provoca, la hace salir de su zona de confort.
Al principio parecía que Elba necesitaba una sacudida para despertar. Cuando apareció Max, yo, mentalmente le asigné esa tarea. Pensé, que él, sería el que la sacara de ese letargo.
Porque veía en Max, carácter suficiente para hacerlo, pero no. Se hizo cierto el dicho «Dos que duermen en el mismo colchón se hacen de la misma condición».
Elba es una mujer calmada y sosegada, que parece en un primer momento, que se altera ante la aparición de Max, porque la hace enfrentarse a sentimientos que tenia aparcados, pero es solo un trance, del que enseguida se recupera, asumiendo la realidad y sus sentimientos.
Alma y Fabián son los que tienen el carácter, esas cosas pasan, (Tengo gemelos, lo digo por experiencia). Uno complementa al otro.
El carácter le toco a Fabián, y que carácter, me encanta, provocador, con fuerza, con genio, protector… el perfecto personaje de novela, porque además sabe estar en cualquier sitio y momento, con su chica picante, cuando tiene que serlo, romántico…
En cuanto a las citas, las podéis encontrar ya en el apartado ESTOY LEYENDO, donde durante la lectura subo las imágenes de los protagonistas, con las citas que más me han impresionado. Os he reservado algunas, una de cada uno.
De Elba, su razón :
“Te quiero, nunca he dejado de hacerlo. No porque no quisiera olvidarte, sino porque no podía.”
De Efrén, romántica y pícara:
“No me eches mucho de menos, solo lo justo para que no me olvides.”
De Max, erótica:
“No quiero terminar solo, quiero hacerlo dentro de ti.”
De Fabián, sensual:
“Creo que tengo el diagnóstico para tu malestar —anunció, colocándose entre sus piernas abiertas—. Y desde ya te aviso que el remedio te va a encantar.”