Ardiente, explícito y muy pasional.
Tensión sexual, provocación, miedo, pasión desbordante y amor. Estos serian la combinación y el orden de los ingredientes que puso la autora en la coctelera de esta novela.
Es la historia de la superación, de las transiciones de dos personas, que habían creado fortalezas alrededor de sus sentimientos, para protegerse de los demás, por el dolor que habían sufrido antes. Y entre ellos dos, las derrumbaron, ambas (fortalezas) con los envites de genio del otro, con ironía, sarcasmo…
La negación del uno ante el otro, era lo que le empujaba hacia adelante. Siempre con alguna duda y temor, por sobrepasar los límites que estaban conociendo, pero sin conseguir una retirada, había mucho orgullo en juego y ninguno quería perder.
Así aprendió Becca que ella quería vivir, que no quería volver a estar muerta en vida, que quería SENTIR y no temer. Porque descubrió que ella nunca había amado, ni vivido, ni sentido.
Esas batallas la hicieron ver que quería enfrentarse a la vida y que no quería volver a dejar de sentir por miedo, a NADA.
Jota se dio cuenta de lo mismo, pero no pudo aprenderlo de la misma manera, porque tenía pendientes, puertas por cerrar y no podría seguir adelante, dejándolas atrás sin más.
Él sabía que era algo que tendría que enfrentar, por mucho tiempo que llevara evitándolo. Pero no conocía la manera de hacerlo y lo tuvo que aprender él solo, dejando atrás a Becca.
Lo que más les aterraba era la soledad, la ausencia de sentimientos, la perdida. El dolor que todo ello provoca, el vacío que oprime el alma…
En cuanto a las citas, las podéis encontrar ya en el apartado ESTOY LEYENDO, donde durante la lectura subo las imágenes de los protagonistas, con las citas que más me han impresionado, hay muchas pero he tenido que elegir. Os he reservado algunas:
De él:
“Que me gusta —aseguró él—. Más de lo que debería y muchísimo más de lo que le conviene”
“En mi vida no ha habido nadie como tú, B, y no voy a permitir que conozcas a otro y te des cuenta de que no merece la pena aguantarme.”
Las de ella son muy intensas:
“Estar a su lado era como sentarse sobre una bomba de relojería y rezar para que el mecanismo de ignición no cumpliera su función.”
“Vivir para mí significaba amar de verdad. No podía ponerme condiciones ni trazar líneas, porque al final terminaría traspasándolas.”
“Por fin tenía mi épica historia de amor, solo que nadie me había dicho que también tuviera que acabar en tragedia.”
“me juré que nunca me arrepentiría de las cosas hechas sino de aquellas que dejara por hacer.”
