#reseña
«Prisionera de tu amor, en la cárcel de tu recuerdo»
de Silvana D. Saba.
Es una novela de AMOR donde la perseverancia tiene su recompensa…
«Somos uno como el cielo y la tierra, unidos en el horizonte.»
Es una historia muy bonita de AMOR con mayúsculas, porque también habla del amor parental. En cierto momento de la historia decide, o se ve obligada, a seguir a su padre, que aún odiándole, por todo lo que la hace pasar, en el fondo no deja de amarle y no lo abandona.
Esperanza es una mujer que por circunstancias familiares la consintieron todo, hasta el lujo en esa época de culturizarse, lo que la creó las ilusiones de que podría ser libre. Algo que en aquella época era imposible, hasta para la niña mimada de papa.
Se enamora de un amor prohibido, al que se aferra tanto, que se niega a seguir con su vida, a intentar ser feliz.
“Se ha marchado, pero yo lo amaré hasta la eternidad.”-Esperanza.
Esperanza engaña con su forma de ser, en un principio demuestra su carácter pero luego no es capaz de enfrentarse a los problemas, se amilana y se deja llevar por un camino que no quiere andar, mostrando rasgos de rebeldía en gestos inútiles para su fin, redirigir su camino.
Hasta el final, no es capaz de asumir la dirección de su vida y lanzarse en búsqueda de su final feliz.
Su amor, Kaled, es un maravilloso joven, que sería capaz de todo por Esperanza, la cuidó, la mimó y adoró. Incluso después de perder su corazón y morir en vida, la amó.
“Mi niña, daría mi vida por ti. Eres la luz que alumbra mis días.”-Kaled.
Qué amor es tan fuerte, como para poder superar todo lo que soportaron ellos dos, todas las tentaciones a las que no sucumbieron, todas las oportunidades que rechazaron.
“Te amo y te amaré toda mi vida.”- Kaled.
Tomasa es un personaje que te enternece, es un ser lleno de dulzura, y por sus dimensiones, en su cuerpo cabía mucha. Ella era la tata de Esperanza, fue la que la crió y la que más la conocía, su cómplice y su maestra. Su apoyo y su carcelera. La enseño lo que no podía leer.
“Tienes que comprender que venimos a este mundo a luchar.”-Tomasa.
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