Las Campanas No Son Sólo para las Iglesias de Yolanda Quiralte. Reseña.

Sinopsis

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Si estuvieras en el cine viendo el tráiler de una comedia romántica, ahora aparecería un comisario guapo, Víctor Albalate, también llamado Conan, una agente atolondrada, Diana Sierra, y hasta varias escenas con disparos incluidos. Pero, ¡ah!, estás con un libro entre las manos, y lo único que te queda es leer para averiguar por qué el comisario, un tipo duro y agresivo, consigue hacer temblar a Diana sólo con su voz y por qué, después de cada revolcón, ella no consigue evitar que él se esfume de su lado. Y, sobre todo, descubrir de dónde salen unas misteriosas campanas de chocolate.
Una novela romántica, desenfadada, actual, plagada de situaciones y de diálogos muy divertidos, y que te deja con una sonrisilla y un suspiro en los labios.

 

 

Es una novela romántica, divertida, pero con ese toque amargo que te recuerda que no todo es dulce. He disfrutado muchísimo con esta novela, de los momentos buenos y de los malos, de esos sobre todo porque hasta a esos momentos tristes, la escritora les ha dado un toque especial, que los ha tornado más tiernos, o eso me ha parecido a mí.
El personaje de Diana desprende ternura por todos sus poros.
Diana es de las mujeres que no explotan su belleza, en su caso porque no creía que la tuviera, cuando todo su entorno disfrutaba de ella. Eso era lo que la hacía más especial y aumentaba su calidad como persona.
El personaje de Diana me ha enamorado, por su terquedad, por su rebeldía, por todo. Ella se dio cuenta de que algo fallaba en su vida, de que le faltaba la chispa que prendiera su motor para emprender el viaje que la llevara a la felicidad y no dudo en buscarla. La admiro por su valentía.
No todo es perfecto, la perfección no existe. Yo sí que la recrimino «algo» como personaje, —que quizás, sea necesario para la trama, pero era lo que incesantemente la gritaba yo desde mi casa— su pasividad ante la negativa de Víctor ¿Cómo una policía no investigaba sobre la vida de la persona que se escapaba de su cama de manera sospechosa? Y no sigo con el resto de preguntas que me planteo porque sería spoiler… pero tengo muchas más.
Víctor es el gran desconocido de la novela, para las lectoras y los personajes. En la historia se esconde tras una muralla, — bien equipada por fuertes músculos— que podría intimidar a cualquiera y quien osara a ignorarla se enfrentaría al mal carácter que derrochaba. Con esto conseguía que nadie se aproximara lo suficiente para entablar cierta confianza. Por lo tanto, nadie lo conocía lo suficiente para describirlo, menos mal que la escritora se apiada de nosotras, las lectoras, y le da voz al final en el epílogo. Gracias por este detalle.
Por lo poco que captas de Víctor, es el hombre que está solo, cuidando de su gente, tomando decisiones difíciles, y que lamentablemente, como he comentado ya antes, solo se le ve cuando tiene que poner orden, y como tiene mal genio… lo hace dando voces… yo le entiendo.

Por estos motivos todos en él es una sorpresa, sus arrebatos, su pasión desmedida… todo. Es normal que enloquezcas de amor como la protagonista, aunque tú simplemente lo puedas apreciar a través de las palabras que lees en la pantalla de tu Tablet.

«—Eres el peor error que he cometido.

—Tú, en cambio, eres la única mujer a la que he querido. Adiós.»

Podréis conocer mis impresiones diarias sobre la lectura en el apartado Estoy Leyendo.
Además de los fan-art.

 

 

 

 

Mónica Airado

2 comentarios en «Las Campanas No Son Sólo para las Iglesias de Yolanda Quiralte. Reseña.»

  1. ¡Cómo me alegro de que hayas disfrutado! Creo que es una novela para eso, para pasarlo bien con esta Diana que te vuelve loca con tus destarifos… y Víctor… ¿qué más decir de Conan? poco queda, porque es… uf… es… eso… <3 <3 <3
    Un abrazo

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