Sinopsis
Megan vuelve de Los Ángeles tras haber realizado un curso de diseño. Tiene grandes expectativas para el verano, pero prima el reencuentro con viejas amigas y la recuperación del tiempo perdido.
Kevin es un piloto militar elegido, entre muchos otros, para ingresar en la Academia Aérea Miramar. Su vida es volar, razón de más para no pensar en relaciones ni compromisos estables con nadie. Megan está muy lejos de ser su prototipo de chica ideal, pero saber que es la hija de su instructor, y la enorme devoción de este por la chica, lo hace todo mucho más interesante.
Es la curiosa historia de cuatro hermanos criados por la estricta educación de un padre, viudo, militar. Partiendo de aquí te puedes hacer una idea ¿no? Pues deséchala. Porque estos cuatro vástagos cuando llegan a la supuesta madurez se «revelan»…
A mí me ha gustado la novela, está llena de aventuras y es muy entretenida, no te puedes descuidar porque te pierdes una escena que te descuadra lo siguiente o te pierdes una conversación. Son muchos personajes y siempre está pasando algo.
El comandante McCain hizo todo lo posible por educar a sus hijos y mantenerlos unidos en un hogar. Pero como pasa en todas las familias, nunca salen los planes como los ideaste. Tendrán que ser ellos, los implicados, los que lo consigan. Para ello, los McCain reciben la ayuda de May, la novia del padre, que hará de conciliadora, que falta les hace.
Cada hermano tiene su historia, a cual más peculiar, aunque yo me centraré en los protagonistas, Megan, la niña bonita de papa McCain con uno de sus mejores e irreverentes cadetes, Kevin. Con solo leer esto ya se le erizaría el vello a cualquiera… pero así es el destino.
La princesa McCain acaba sus estudios y vuelve al hogar decida a emprender su sueño empresarial junto a su amiga de la infancia cuando impacta con la oposición de su padre en todos los aspectos. Simplemente era jovencita que llegaba llena de ilusión y se encapricha — en principio— de un cadete que le intriga.
Yo pienso que fue la oposición de McCain lo que les unió a Kevin y Megan, sus vivencias fueron las que consiguieron crear una relación más allá de la atracción.
El Cadete se las trae, — quiero decir que es bastante peculiar—. En un principio me costó mucho hasta soportarlo, pero después de varias de sus aventuras, y de demostrar realmente que tenía sentimientos y no era todo fachada… me convenció. De todas maneras, pienso… qué cansado debe ser tener que demostrar que uno lleva una coraza. Kevin tuvo que volver sus orígenes, viajar…
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