Siempre digo que cada novela tiene su momento para ser leída. los libros aparecen en nuestras vidas en el momento que más lo necesitas y cada vez estoy más convencida de esto. He de reconocer que quizás nuestro subconsciente contribuye a ello, sintiendo atracción por un ejemplar u otro, dependiendo de tu estado emocional. Yo también ayudo, descartando en ocasiones alguno, pero son muy pocas.
Yo elegí este libro, al ir a mi papelería habitual y ver la portada, me atrajo, leí la escritora y me reconfortó, por los recuerdos de una publicación suya que, leí en su día.
Os cuento esto porque me llama la atención el contraste que existe entre la portada, tan colorida, llena de vida y la temática. Llevo muy poco leído pero, el enamoramiento que siento por la historia me ha sorprendido.
La novela habla de algo que cada vez es más visible y que, con la situación de la pandemia mundial que estamos viviendo, está en boca de muchos, la salud mental; el eterno tabú que a muchos atormenta y otros tantos teme. La escritora lo hace con gran ternura y sensibilidad, da gusto leer sus palabras cuando describe emociones.
Un detalle que igualmente me atrae es que, la trama se desarrolla en una localidad costera y sus protagonistas están unidos al mar… se respira la brisa. Esto para una persona que vive en el interior… significa mucho, porque aporta frescura y ya hay muchas ganas de verano.
Os seguiré contando.
