
Después del vertiginoso final del segundo libro de la Trilogía Mount, Reina, y de la desolación que me quedó, parece que ha llegado la calma, no sin antes resolver los asuntos pendientes entre Keira y Lachlan… Además de comenzar una cruzada en la ciudad, algo excesiva para mi gusto, pero comprendiendo quién es él y que ostenta el “cargo” de Rey de la ciudad… podría ser comprensible.
Los protagonistas se han quitado las máscaras, se han mostrado tal cual son, uno frente al otro. Me quedé sin luchas de poder…
Todo ha cambiado, parece que el final que, no me hubiera imaginado por parte de Keira, será el más posible… Estoy totalmente desubicada, la trama, los personajes, por cierto hacía mucho que no me encontraba a una puta bruja del cuento y aquí aparece sin darte cuenta…
Voy a seguir leyendo cómo se resuelve porque parece que sí habrá final feliz.