Le guardaré un luto…
—Al final siempre consigues todo lo que te propones.
—Casi siempre— Dijo ella.
Sinopsis
Viena, 1952.
Andreas y Lilian se reencuentran inesperadamente en un café tras una larga separación. Mientras pasean juntos por el Prater, Lili recuerda su historia de amor con Andreas, su enamoramiento incondicional y juvenil, el primer desengaño, el fracaso en su intento de olvidarlo, la reconciliación y los años locos que vivieron juntos en el salvaje Berlín de entreguerras. Recuerda cómo, a pesar de las separaciones y las distancias, nunca dejaron de amarse.
Porque el de Lili y Andreas es uno de esos amores que perduran a través del tiempo y las pruebas.
Porque las verdaderas historias de amor nunca terminan.
Este es uno de esos libros al que reservamos un hueco especial en nuestro alma.
Esta es una de las novelas a las que se las debe guardar su merecido luto, después de una como esta, te da miedo leer porque todo te parece poco, porque está tan dentro de mí que nada me podrá calar y provocar otro sentimiento que no sea nostalgia por ellos, por Liliam y Andreas.
Mis sentimientos se dividen cuando busco los culpables, cuando me pregunto el porqué de la crueldad de está historia. No se puede asegurar quienes fueron los culpables, ya que ni los propios protagonistas a posteriori, saben concretar.
Porque yo pienso que el culpable fue el tiempo, el tiempo que no les permitió coincidir la oportunidad de cada uno, el orgullo que no permitió agachar la cabeza para aceptar el destino, la cobardía, el apego… Y toda la tragedia que les envolvió.
No se les puede culpar a ellos de mucho, sobrevivieron, se mantuvieron con vida esperando culminar su cima, la cima que no habían podido alcanzar antes.
La crónica de esta relación parte de la adolescencia, por no decir de la niñez, que es como se reconoce a Liliam, como una niña. Es el motivo por el que conocemos la evolución de los personajes y sobre todo la de la protagonista, debido a las ausencias de Andreas.
A Liliam se le va forjando el carácter, aunque en un principio, parece carente de él, pero siempre aparece, en algún momento debe de surgir, y a ella le sucede, como a todos, cuando la vida nos golpea. A ella fue más tarde.
Ella es fuerte, fue capaz de sobrevivir y en algunos casos de disfrutar su destino, cuando todo su alrededor parecía estar en contra.
Más que su entereza de Liliam hay que destacar su perseverancia por el amor de Andreas, le ama tanto… parece que no podrá sobrevivir sin ese amor, pero te sorprende…
«Había perdido la inocencia con Ernest, el amor propio con Nicklaus, no quería perder también eso.» —Refiriéndose a la magia con Andreas— Liliam.
Es difícil hablar de Andreas, parece todo una contradicción con él. Con él siempre es distinto lo que parece, de lo que es; a veces hasta para Liliam le era difícil intentar averiguar qué era lo que realmente era.
Lo comente en un post, creo que Andreas siempre se considero inferior — poco merecedor— de Liliam.
» Al principio por ser ella una niña, cuando creció, porque pensaba que encontraría un joven de su edad que la hiciera feliz y cuando la tuvo… La recreó el mundo donde ella creía inocentemente vivir, para no perderla. «
A pesar de que él a su vez también la infravaloraba cuando sentía la necesidad de cuidarla, eso sí, nunca desatendiendo su edificio. Ese fue el punto de egoísmo de Andreas, era su talón de Aquiles.
Perdonando este pequeño detalle, fue creciendo, y haciéndole perder la cordura —tambien ayudo mucho el momento por el que pasaba europa—, y después de la cordura, fue una consecución de pérdidas. Y si de algo le culpo es de tener tanta soberbia ,como para impedirle que luchara por ellas.
«Te necesito,. No me importa si es egoísta. Siempre he sido egoísta. Pensaba que podía tenerlo todo y ahora no me queda nada» —Andreas.
Tengo tantísimas citas del libro que me es casi imposible elegir cuales poner en la reseña
«Fuimos felices durante mucho tiempo y nos queríamos, nos seguimos queriendo. No puedes dejar de querer a alguien así como así. No si lo amas de verdad.»