#reseña
El que faltaba
de Mayte Pascual.
Es una novela ideal para esta época, fresca, divertida… y con un toque picante.
Hay veces que el destino tiene planes para ti que nunca imaginarías.
Sinopsis
«Setenta y dos horas no son nada, setenta y dos horas no son nada…».
En la cabeza de Cloe se repite una y otra vez esta frase, como si con ello las horas pudiesen pasar un poco más rápido. Y es que una reunión de antiguos alumnos, en un hotel en la playa y con un exnovio al que no ve desde hace quince años y a quien se tiene completamente idealizado, no es un panorama muy alentador para pasar un largo fin de semana de primavera.
Como pueda, Cloe tendrá que hacer frente a su pasado y a su anhelado Aiden, de quien tiene una idea muy equivocada.
La aparición de Caleb, su enemigo de la infancia, pondrá un poco de chispa al tedioso fin de semana que tiene por delante y, por qué no, a su apacible pero gris vida que, aunque no quiera reconocerlo, necesita urgentemente alguien a quien amar.
Como me gustan a mí, los reencuentros, como las rosas, con sus pétalos y sus espinas, claro… Esta novela lo corrobora, y más porque da la sensación de que estos personajes son de carne y hueso. Es como esa típica fantasía que tienes en la adolescencia, cuando algo sale mal, y entonas ese «Volveré». La que esté libre de pecado, que tire la primera piedra…
Es un libro en el que se muestran muchos tipos de relaciones, y a la que mejor hace honor, es a la de la AMISTAD.
Es grupo de amigas es entrañable, mujeres con distintos tipos y ritmos de vida, que siguen buscando un hueco para cultivar su amistad, que se conocen a la perfección, y no necesitan las palabras para comunicarse. Esas amigas… las de verdad… Con las que tan pronto lloras, como ríes. A las que permites que te digan lo que ni tú, te atreves a reconocer…
«—Te obligas a hacerte la dura porque así, si te dejan, no quedas en ridículo.» -Nell.
Cloe, la protagonista, y no solo por narrar la historia, es el foco de atención, de niña era doña perfecta, lo que la hizo ganarse enemistades que conocía y que conocerá ahora en el presente. Ella es una mujer de éxito, que en apariencia lo tiene todo, pero descubre que le falta algo, la faltaba la chispa que perdió con su amor colegial, cuando la rompió el corazón
«Las cosas eran tan diferentes, tan correctamente británicas, que no se acordaba de lo que era dejarse llevar…» -Cloe.
En esta ocasión, descubrirá muchos misterios que, su juventud, no la permitió desvelar. Entre ellos, la verdadera intención de su archienemigo, Caleb, cuando lo que ocultaba, en esas llamadas de atención, era un dulce amor, mal expresado. Sin embargo, con los años, perfeccionó la técnica, aprendió a verbalizar sus intenciones.
«—Cuando te la pongas, me voy a volver loco y te la voy a arrancar a mordiscos…» -Caleb.
Yo pienso que Caleb fue a ese reencuentro, dispuesto a conquistar, con su mejorada técnica, a la mujer, en la que se había convertido, la niña repipi que, le traía loco en la infancia.
«No quiero perderte más de vista, porque creo que he perdido muchos años siendo un cobarde.» -Caleb.
Yo quiero señalar una descripción preciosa que hace la escritora, sobre como atesorar un momento especial.
«Cierras los ojos y recuerdas todo lo que estás viendo, lo que hueles y lo que oyes. —Rozo sus labios con los míos y sonrío—. Luego lo conviertes en recuerdo y lo guardas en lo más profundo de tu mente.» -Cloe.
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