Suave, explicito y pasional
Hacía tiempo que no leía una historia así, de pasión, de desamor, de las que según vas leyendo se te oprime hasta el alma porque lees como se les desgarra el corazón a los personajes.
Me recuerda cuando eres una adolescente, que piensas que en el amor se te va la vida y necesitas aferrarte a ese sentimiento para no quedarte vacía.
Por suerte, el tiempo todo lo cura. Eso es lo que pensaron los protagonistas de esta novela, pero Sebastián no se dio cuenta de que el tiempo, no cura una ausencia, la mitiga. Se le olvidó que también, hace que las heridas enquisten y que el tiempo genera otros sentimientos como el rencor y el miedo.
Creo que el sentimiento que predomina es ese, el miedo.
Ambos lo sufrieron y tuvieron que hacerse cargo de sus consecuencias pero ¿Quién les podría juzgar por eso? ¿A quién no lo ha paralizado alguna vez? Cecilia lo revela así:
“…Como le dices a alguien que lo amas pero tienes miedo de ser feliz”
Los protagonistas me han gustado muchísimo, te atrapan a la primera línea. Al principio por su ternura, después por la fuerza que han tenido que desarrollar para superar los golpes de la vida. Aunque para ellos esas pequeñas vetas de inseguridad que tienen, les parecen enormes, pero las superan.
La fuerza de Sebastián es lo que me ha llamado la atención, él está enamorado de ella y la conseguirá, tarde o temprano, sí o sí. Además demostrando una pasión contenida, un autocontrol que a mí me volvía loca diciendo cosas como:
«…Quiero quedarme a tu lado para siempre. Quiero recuperar todos y cada uno de los besos que no nos hemos dado durante estos doce años. Quiero hacerte el amor con las luces encendidas y mirándote a los ojos. Quiero ir contigo a todas partes. Quiero hacerte feliz y que tú me lo hagas a mí…»
Nosotras para definir los libros cuando los comentamos hacemos ciertas diferencias:
En cuanto al contenido erótico: suave – calentito – ardiente.
La forma de abordarlo: explícito – romántico.
La trama: ligero – intenso- pasional.