Desátame de Noe Casado

Desátame de Noe Casado
 

Ardiente, explícita e intensa.
Ardiente al máximo, todo a su rededor se convierte en cenizas. Si no es por la temperatura, es por la tensión sexual, que genera una agresividad poco habitual y destroza lo que quede.


Normalmente me gustan más las novelas de escritoras españolas porque crean protagonistas femeninas con mucho carácter, pero Noe Casado con esta, con Carla, se ha pasado.
No es que tenga mucha personalidad, es que tiene mal carácter, (en otras palabras, mala hostia). Entiendo que tenga sus motivos, pero sufrir esa actitud, en tus propias carnes, tiene que ser muy pesado.
Ese carácter, era uno de los motivos que generaban la tensión de la historia, más bien, el motivo, que prolongó la tensión entre los protagonistas.
Aidan, el protagonista masculino, era uno de los pocos que pudo ver, por encima de ese carácter, a la persona que escondía, a la verdadera Carla. Una ternura de mujer, que se tuvo que endurecer a la fuerza y creó una armadura de frialdad y aversión para protegerse; viendo en cada ser humano que la rodeaba, a un posible agresor al que debía de alejar, para así evitar otra posible lesión.
Estos son parte, de los motivos, por los que he puesto a Aidan en un altar (Os recuerdo, que esto es ficción, antes de enumerar los motivos).
Con sólo los motivos anteriores: el saber reconocer a la verdadera Carla, soportar los envites de esta (Carla), intentando ahuyentarle, ya me bastaba pero hay que añadir estos: su gran humor, su empatía, su paciencia… Una infinita.
En cuanto a las citas, las podéis encontrar ya en el apartado ESTOY LEYENDO, donde durante la lectura subo las imágenes de los protagonistas, con las citas que más me han impresionado. Os he reservado algunas que muestran toda la pasión, la paciencia y el buen humor, de él.
“—Mira que eres duro de cabeza… (Ella)
—No hables de cosas duras, a no ser que le pongas remedio.” (Él)
“— ¿Y tú, qué? También me provocas y no voy por ahí echándome encima. (Ella)
—Una pena, la verdad” (Él)
“ —Rayito de soool —canturreó él.
—Gilipollaaaaas —le imitó ella.
—Estamos quisquillosas esta mañana, ¿eh?
—Deja de sobarme.”
“Aidan notó en el acto la amargura que encerraban esas palabras y en ese mismo momento deseó, como nunca antes, poder reconfortarla, abrazarla, besarla y no dejarla escapar nunca.”
“Ojalá no sea demasiado tarde y nunca te sientas como me siento yo ahora.” (Él)
Nosotras para definir los libros cuando los comentamos hacemos ciertas diferencias:
En cuanto al contenido erótico: suave – calentito – ardiente.
La forma de abordarlo: explícito – romántico.
La trama: ligero – intenso- pasional.

Mónica Airado

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