#Reseña
Abrázame que no te quiero
de Irene Ferb.
Es una novela de AMOR, puro, dulce e intenso, muy intenso.
«…Uno no está donde el cuerpo sino donde más le extrañan.»
—Ricardo Arjona.
Sinopsis
¿Y si tu alma gemela está en el cielo? ¿Y si cuando mueres la conoces?
Sara, una joven de veintiocho años, pierde la vida en un accidente de tráfico, en que el conductor era su novio, Toño… el que ella creía el amor de su vida.
Sara aparece en una sala enorme, con mucha luz y diferente a cualquier rincón de la Tierra. Allí, en una ceremonia de bienvenida, se encuentra con su abuela y le presentan a “su mitad”: Marc un americano arrogante que acaba de fallecer como ella.
¿Toda la eternidad junto a él? ¿Tal vez es el infierno y Sara no se ha dado cuenta?
Su «no vida» con Marc y sus visitas sorpresa a la tierra pondrán patas arriba su mundo.
A partir de ahora no habrá quien descanse en paz.
Es una historia de sentimientos, sentimientos muy fuertes, con mucha intensidad. Esa intensidad que, notas como si retorciera el interior de tu cuerpo, notas la opresión que, te va estrujando, hasta que no te deja ni inspirar.
El tema, la muerte, me ha impresionado mucho porque es un tema muy bonito a la vez que delicado.
Yo pienso que, la muerte, saca de la manera más abrupta, todos los sentimientos que guardas en tu interior, y que son los momentos más viscerales que vivimos; acompañados del duelo, un momento en el que se requiere, de los demás, mucha sutilidad por la debilidad que padeces.
La escritora salvo todos estos escollos con mucho humor y delicadeza; algo que se agradece que, entre lágrimas, haya sonrisas, incluso carcajadas.
Ha sido precioso leer como viven el duelo los dos amores de la protagonista, Toño su pareja y Tere su amiga/hermana, las diferencias de cómo cada uno lo afronta a su manera y lo sobreviven juntos. Escrito con melancolía, no tristeza, se pueden apreciar los sentimientos en cada palabra.
Sara, la protagonista, es la que genera esta situación y la que la sufre, pero en ningún momento les resta importancia a los personajes «terrenales», por decirlo de alguna manera.
Será por la forma de vivir y narrar sus vivencias. Sara siente la ausencia de otra manera y más, cuando sufre los conflictos que, la crea el que la unan, a una persona, que no conoce, ni ha elegido, para SIEMPRE. Te imponen a tu mitad, a la que necesitaras toda la ETERNIDAD.
«Existo porque él existe. Nací porque él nació. Y fallecí porque él también lo hizo. No podemos ser el uno sin el otro, ni aquí, ni en el mundo humano.»
«Aquí en la eternidad no es igual: tú no eliges.»
Este conflicto consume a Sara, porque se resiste a él, su mitad. Igual que la atrae, la repele; por su sentimiento de culpa, por sentirse atraída por él. Minando su confianza y la de su mitad Marc.
«Abrázame Marc, abrázame» … Y a la par, oigo a otra Sara indignada: «¡Le quieres soltar de una vez, golfa!»
Marc es un bendito, que con paciencia intenta sobrellevar el carácter de Sara, que egoístamente se olvida que ambos se necesitan, porque están sufriendo lo mismo, y no solo para obtener calor o descansar.
«No quiero que pase este momento; no sé si es porque necesitaba cariño, no sé si es porque quería ver que él también lo ha pasado mal, o no sé si es porque me gusta sentir su cuerpo y me siento segura alrededor suyo.» -Sara.
Aquí os muestro otras citas que me han gustado:
«Me duele, claro que me duele, tanto que no puedo llorar.» -Toño.
«Aunque sabemos con total seguridad que todos morimos, no pensamos en que nos puede ocurrir en cualquier momento y no aprovechamos la vida de verdad.» -Sara.
Podréis conocer mis impresiones diarias sobre la lectura en el apartado Estoy Leyendo.
Además de los fan-art.
Hasta hoy no había buscado la canción a la que antes se hace referencia «Realmente no estoy tan solo» de Ricardo Arjona, y he llorado como una niña, escribiendo la reseña.