6º Día leyendo:
“El cuaderno de Paula”
de Sara Ballarin.
No puedo parar de llorar…
¡Que bonita! No puedo detener el llanto, yo que estoy tierna, me pongo a leer esta parte de la historia y es que… tuve que dejar de leer en el tren, porque veía que si seguía, no podría parar ni de leer ni de llorar.
Supongo que todos tenemos nuestros momentos de debilidad, donde nos dejamos llevar por los sentimientos más elementales y no podemos reprimirlos, aun sabiendo que no son los correctos, y no lo digo por mis llantos en el transporte público.
Me refiero a que hay veces, que por la intensidad de las sensaciones o por el cansancio que provoca, el reprimir la exposición de estas; nos dejamos llevar. Buscando una liberación o una vía de escape, que nos ayude a despojarnos de la presión que supone ese exceso. Cada uno lo hace como buenamente puede o sabe.
Pese a que me cueste reconocerlo, Paula lo está haciendo de la peor manera, ella lo sabe sin embargo no puede evitarlo y esa es la justificación, a la que me imagino, que se agarra Íñigo para perdonar su forma de actuar. Solo espero, que se haya sujetado bien a ella y que no se olvide de todo lo que hizo amarla.