#estoyLeyendo
El Hilo Rojo
de Olga de Llera.
En espera…
No sé cómo describirlo, porque estoy en un momento de la novela, que parece ser de «transito«. Estoy en ese momento, de calma tensa, todo está aparentemente relajado, estoy conociendo la nueva etapa de Caterina, nuevos personajes… Sin embargo, tengo el estómago oprimido, porque sé que tienen que pasar, muchas cosas más.
En la nueva vida, en la que se ha escondido Caterina, está encontrando la paz, pero se ha olvidado de la «batalla» que dejó atrás, en Barcelona, y me imagino que, algo tendrá que reaparecer, o alguien, en este momento, está resurgiendo mi parte romántica.
Aunque mi parte práctica, sabe que es mejor no revolver el pasado, porque con el tiempo y la distancia, todo, son buenos recuerdos. Pero recordemos que buenos… buenos, no eran. Eran más bien… malos, por algo apodé a su tío Daniel «Atila».
Esta mujer, Caterina, es tan… apática, que si no tiene a alguien que, le remueva las entrañas, no tiene ganas de vivir. No la culpo, bastante es, teniendo en cuenta a su madre, Anna.