#estoyLeyendo
Villa Esperanza
de Sandra Aristizábal.
Estoy conmocionada…
Que golpe, que desilusión, bueno no, desilusión ninguna, dicen que «Cuando una puerta se cierra, otra se abre» pues a Tamara, la cerraron una puerta chiquitita, mugrienta, de madera podrida. Eso ya de por sí, es un gran adelanto, pero ella aún no se ha dado cuenta.
La pobre está desconcertada, porque creé que han destruido su vida, no se da cuenta del favor que la han hecho. Todas sabemos lo que tiene que hacer Tamara, y lo va a hacer.
Ella se quiere resistir a una llamada del destino, cuando parece, que eso es inevitable, que ya estaba marcado antes de su nacimiento. Con el nacimiento de Juan Manuel, se decidió el destino de ambos y me da la sensación de que eso ya lo sabía él, cuando la conoció en su niñez, y de ahí su actitud ante ella.