3º Día Leyendo:
“Todo Puede Cambiar en un Instante”
de Connie Jett.
Si fuera oro, todo lo que reluce…
Evidentemente no es así, hay veces que hay que acercarse mucho para comprobarlo y con la ilusión que te hacía… Pero hay cosas que no se controlan.
En realidad no hay NADA que podamos controlar por completo. Sin embargo lo fingimos, para crearnos una falsa seguridad, a la que llamamos estabilidad, para que nos reconforte.
Si fuera así, no estaríamos leyendo este libro. Si todo estuviera sujeto y controlado, no existirían estos vaivenes que nos da la vida, que son los que en realidad, nos hacen estar atentos y disfrutar de cada momento, en definitiva sentirnos vivos.
Ya sé que me he puesto muy trascendental, como la novela, pero ¡Me siento con derecho! Después de haberme puesto a llorar en el autobús, leyendo. Que no sabía que hacer para calmarme y que no se me estropeara el maquillaje.
Entre risas y llantos, la gente pensaría que estoy loca pero es «El Efecto Connie Jett» que ríes y lloras a la vez.
La protagonista sigue siendo ella por supuesto, admiro su serenidad, aunque a veces parezca ausente. Por ese motivo no nos vamos a privar de ver chicos guapos, aunque sea una parte…