#reseña
33 Razones para No Volver a Verte
de Alice Kellen.
En esta historia representa el triunfo de la amistad y el amor ante el destino.
«Mike deslizó la punta del dedo por esas treinta y tres razones que le habían impulsado a retomar su vida.»
Sinopsis
Mike, Rachel, Luke y Jason han sido amigos inseparables desde pequeños. Pero sus caminos se alejaron cuando Rachel cometió el error de enamorarse del chico equivocado, Mike, que terminó traicionando a la única persona que siempre estuvo dispuesta a arriesgarlo todo por él. Cinco años después, el destino vuelve a unirlos; pero ahora Rachel ha cambiado, es tan arisca como su gato Mantequilla y ya no se permite confiar en nadie. Por eso, a pesar de estar a punto de ser desahuciada, lo último que desea es dejarse convencer para mudarse con ellos. ¿Cómo podría mantener su corazón intacto y a salvo viviendo bajo el mismo techo que Mike? Sabe que esconde secretos y que su mirada gris es capaz de despertar todos los recuerdos que ella lleva tanto tiempo intentando olvidar.
Es difícil escribir una reseña a la altura de este libro, que me ha gustado tanto y me ha impactado de lleno. Es puro sentimiento, con mucha intensidad y variedad.
En esta reseña no quiero hablar de la historia de amor, porque me parece tan bonita, tan intensa que, si os desvelo algo, os estropeo la experiencia de disfrutarla, de la forma apasionada, que la viven los protagonistas, solo esto, no me puedo resistir:
«Ojalá, de corazón, ojalá hubieses sido la primera y la última, Rachel, porque eres todo cuanto necesito.» -Mike.
La amistad es el pilar de la novela, los tres mosqueteros y D’Artagnan (Rachel) descubren que esa relación que tienen desde la infancia, les hace más fuertes.
Sin embargo, eran Rachel y Mike los que más necesitaban de esa unión porque Luke y Jason, Los otros dos mosqueteros, son lo más próximo a la cotidianidad que tienen Rachel y Mike, son sus protectores… los que velan por ellos.
Ninguno se pensaba merecedor de la fortuna de un amor, Mike, por estar rodeado de todo mal y Rachel por estar tocada por la mala suerte de la muerte prematura, de sus seres queridos.
«A-m-o-r. Cuatro letras de las que Rachel aún se escondía»
Lo que yo en un principio confundí con orgullo era eso, era el miedo que tenían a ser felices y a perder la felicidad después. Temían al dolor de la ausencia, preferían la soledad. No se daban cuenta de que la felicidad es un estado, y para apreciarla hay que poder recordarla.
«—¿Por qué no quieres ser feliz?
—Porque después de la felicidad siempre llega la infidelidad.» —(Conversación entre Jimena y Rachel.)
Mike era una triste alma atormentada, por todo lo que el destino le había preparado, por todo lo que pudo ser y no fue, por creerse un ser no merecedor del único amor que deseaba.
«Estaba destinado a terminar fracasando y hacer del mundo un lugar peor…»
«No te merecía. Tú eras tan ajena a todo…» -Mike.
A pesar de eso tenía un sentimiento contradictorio, ya que sentía que ella era la parte que le faltaba a su alma para estar completa. Él sabía que ellos estaban predestinados, desde la infancia.
«Una sensación rara que no había experimentado con nadie más y le hacía creer en el destino, en que estaban hechos para recorrer juntos todos los caminos…» -Rachel.
Rachel perdió toda su valentía, después de esa noche fatídica, donde todo se rompió. En esa noche se quedó gran parte de su corazón, y desde entonces se muestra reacia, a implicar cualquier tipo de emoción en su vida, a interrelacionarse con lo que la rodea.
«Y conforme quedaron atrás meses, años y etapas, las emociones que antes parecían abarcarlo todo se hicieron a un lado…» -Rachel.
Cuando lees la historia, comprendes su miedo, su comportamiento… se puede aceptar esa conducta, pensando en esa niña (18 años) casi desvalida. Por eso me resulta casi hasta memorable el hecho de que viviera 5 años como una ostra.
«Fue como dejar atrás a la niña que vivía en su interior, abandonándola, abandonándose…»
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